28 Junio 2010
El Barranco de Aján se encuentra en Vega de Pas. A pesar de encontrarse a tan sólo 2 horas de Burgos, núnca habíamos realizado el descenso de este barranco. La zona tiene otros ríos en los que practicar el barranquismo, y este descenso se puede combinar con el Yera 1 y Yera 2, que estaban secos cuando fuimos.
Es un descenso sencillo, que con un caudal normal, lo puede realizar cualquiera, y a pesar de su caracter abierto, que permite salirmos en cualquier momento, es de gran belleza, como toda la zona de Vega de Pas.
Saliendo de los coches
Para este barranco no necesitaremos la combinación de vehículos, ya que se aparca en el final del mismo. Desde la carretera que va de Vega de Pas al puerto de Estacas de Trueba cogemos un camino que baja junto a una casa, metros antes del cartel del kilometro Nº3. Bajamos unos metros por ese camino y aparcamos los vehículos. Comenzamos la aproximación con el río a nuestra derecha, pero unos metros más adelante cruzaremos un puente que nos deja en el lado derecho del río (según baja), y por ahí continuaremos hasta terminar la aproximación.
Los cuerpos serranos de Fidias y del Lobo
Aunque en los croquis que encontramos en barranquismo.net, la aproximación la marcaba de 45 minutos, en 35 minutos nosotros ya nos habíamos pasado de largo el punto de entrada, y nos comimos un buen trozo de río sin mucho interés. En nuestro caso, entramos en un punto donde hay dos puentes muy juntos, cerca de lo que creo que es la cárcel del tunel de la Engaña.
El grupo completo al entrar al agua
Una vez en el cauce, vamos descendiendo poco a poco por el pedregoso río, a veces con un poco de dificultad porque tiene alguna zona resbaladiza. Debemos bajar durante 10 minutos para encontrar un primer pequeño salto de 2 metros. Le sigue algún que otro tobogán y algunos saltos que forzamos saliendo del agua y subiendo por los laterales.
Primeros resaltes
Minisaltos
Primer tramo del barranco
El avance es entretenido, en algunas zonas se estrecha un poco, hay que hacer pequeños destrepes y poner atención para no dejarte los piños en algún resbalón. Pero parece que nunca llegarán los rápeles, así que seguimos haciendo pequeños saltos de un par de metros o 3. El último de ellos, tiene un tronco en mitad del cauce, y vemos que ya aparece en el croquis. Hemos necesitado mas de media hora para llegar hasta allí desde el punto donde comenzamos el descenso.
Salto que en los croquis marca el comienzo del descenso
Y por fin, llegamos al primer rápel, de 8 metros, en el que ponemos la cuerda y tan sólo baja por ella Morete, que comprueba la profundidad de la poza. Una vez confirmado que no es peligroso, saltamos uno tras otro, incluido Morete que sube de nuevo por el lateral, y alguno más que tenemos ganas de más saltos.
El lobo en el primer rápel/salto
El sitio es realmente bonito, y el poder avanzar por el río en completa soledad y sin prisas por llevar otros grupos pisandote los talones, es algo fantástico. Todo nos lo tomamos con muuucha calma.
Petra con el salto al fondo
Un poco más delante encontramos el segundo rápel, de 10 metros que según las reseñas, se puede saltar, aunque nosotros no lo vimos bien como para hacerlo, creo que por una repisa rocosa que había que esquivar.
Segunda cascada
La siguiente dificultad es una cascada de 5 metros, que visto desde arriba parece que está genial para saltarla, pues parece profundo, pero nada mas lejos de la realidad, pues a la hora de la verdad el agua no nos llega ni a la cintura... menos mal que todavia nos queda algo de cerebro y alguien comprueba antes de saltar.
Tercera cascada, no saltable
Lobo en la tercera cascada
Tras ensacar la cuerda nos espera una buena zona sin apenas interés, pequeños resaltes o toboganes con zonas estrechas bastante bonitas, pero nada reseñable. Desde este último rápel hasta el siguiente tenemos unos 700 metros de zona "muerta" donde se pierde un poco la intensidad del descenso. Por eso buscamos cualquier cosa que pueda ser un poco entretenida, pasamos bajo una roca a modo de sifón, pero no hay mucho más que hacer. Parece que las empresas de aventura se salen del cauce en este tramo para recorrerlo por el camino de aproximación.
El Aján
De nuevo, cuando ya estamos un poco cansados de andar por el río, llegamos a otro punto interesante, en este caso un saltito de 8 metros según los croquis, aunque yo diria que era menos. Algunos rapelan y otros saltamos porque estamos sin ningún problema.
Cuarto rápel/salto
Pocos metros más adelante se encuentra el siguiente rápel, bastante tumbado y resbaladizo. Por la parte izquierda parece que se podría intentar bajarlo como tobogán, pero tiene unos escalones en los que igual te dejas el culo.... pero quizás si se baje de esta forma. Como en todo el descenso, la vegetación es abundante y el paisaje muy bonito.
El quinto rápel, inclinado, ¿posible tobogán?
De nuevo tenemos una zona en la que debemos caminar por el río, aunque ahora más entretenido por tener zonas estrechas donde el agua toma más fuerza.
Solas en las zonas estrechas
Llegamos al tobogán de 7 metros, que no vemos a la primera y saltamos por la derecha, una vez abajo, remontamos el tobogán con una trepadita para bajarlo una y otra vez. Si saltamos, debemos tener cuidado de no comernos el arbol que hay atravesado sobre la poza.
Saltando junto al tobogán
La posibilidad de repetir o evitar cada salto y cada rápel es una característica reseñable de este barranco, ya que cualquier persona puede hacerlo y en los puntos que no vea claro puede salir, o si por el contrario somos unos culos inquietos, podemos saltar y saltar hasta que nuestros compañeros estén hartos de nosotros.
Cardona en el tobogán
El descenso del Aján termina con un último rápel de 10 metros en un tramo bastante engorgado. También se puede buscar el salto por la derecha, saltando en diagonal hacia adelante de forma que buscamos la zona más amplia para la recepción.
El Lobo en el sexto y último rápel de 10 metros.
Unos metros después nos salimos del cauce para volver al camino de aproximación y en 5 minutos estamos en los coches de nuevo. Nos vamos con un muy buen sabor de boca, hemos disfrutado como niños y sólo hemos encontrado a una persona en el barranco.
Arriba: Cesar, Jesús Solas, Cardona, Fidias y Morete. Abajo: Petra, yo (Barbo), y el Lobo
Nosotros tardamos media hora para la aproximación y 4 horas para el descenso. Todo ello con la mayor calma del mundo y siendo un grupo de 8 personas.
Zona de Vega de Pas
Después, solo queda ir a Vega de Pas, para comprar unos sobaos, una buena quesada y tomar una cerveza con los compañeros de aventuras.
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