jueves, 14 de abril de 2011

Ruta Circular en Gredos: Laguna de la Nava y del Barco


El primer fin de semana de Abril (2011) estuvimos en la zona suroeste de la Sierra de Gredos.

El sábado realizamos una fantástica, a la par que larga, ruta circular, que saliendo de cerca de Nava del Barco nos permitirá recorrer dos preciosos circos con sus lagunas.


Ver Ruta Laguna de la Nava y Laguna del Barco en un mapa más grande. Ruta creada a mano, no tomar como ref. exacta.

La ruta comienza a un par de kilómetros de Nava del Barco, saliendo de Nava hacia Umbrias, a unos 400 metros cogeremos un desvío a la izquierda, que por una pista nos lleva hasta el Puente de la Yunta, inicio y fin de nuestro recorrido.




A las 9:40 de la mañana comenzamos nuestras andanzas, atravesando el puente y ascendiendo por un camino que en un par de curvas nos deja encaminados al valle coronado por el Corral de Diablo. A través del bien indicado sendero PR-AV 39 llegamos hasta una una puerta metálica que una vez atravesada da paso a las magníficas vistas del circo.




Durante la aproximación por las praderas encontraremos un par de refugios y una fuente justo antes del segundo de ellos, al que llegamos en una hora y 10 minutos. En ese punto merece la pena acercarse hasta el cauce del río para contemplar cómo ha formado un pequeño barranco.






Poco después comenzarán las dificultades, pues cruzar el río en un par de ocasiones no resulta nada fácil debido a la cantidad de agua del deshielo.




Una vez atravesado el cauce, comenzamos a ascender para adentrarnos en el reino de la roca desnuda,  cruzando algún pequeño nevero en ocasiones.





Poco a poco tomamos altura y una vez dentro del circo, nos toparemos sin avisar con la Laguna de la Nava, cuando es la una del mediodía, es decir, 3 horas y 10 después de haber comenzado el camino.


Laguna de la Nava


En ese punto nos damos un descansito y contemplamos la laguna, y el bonito circo en el que nos encontramos, donde todavía quedan algunos restos de las cascadas de hielo formadas durante el invierno. Frente a nosotros el Alto de la Nava y sus 2366 metros parecen fácilmente accesibles. Teniendo en cuenta su otro nombre, alto del Corral de Diablo, la pinta es mucho menos fiera de lo que imaginábamos.




Continuamos atacando los ultimos metros de ascenso por la izquierda, de manera que rodeamos la laguna pasando junto a unas ruinas y  tomamos el la arista para llegar hasta la cima, durante un penosa ascensión debido al incansable viento que luchaba por tirarnos al suelo en cualquier momento.





Necesitamos otra hora y 10 para dominar a ese pequeño Diablo, pero las vistas son más propias del Cielo que del Infierno.




Ahora toca el descenso, y no nos resulta fácil decidir la dirección exacta que debemos tomar, pues no llevamos mapa, no conocemos la zona y el libro que tenemos con la ruta no resulta muy aclaratorio en cuanto a que no vemos nada de lo que nos marca como referencias, quizás por culpa de la nieve,



Con acierto, decidimos lanzarnos hacia el valle que se intuye al fondo, bajamos a buen ritmo, pues con la nieve los pasos son decididos  y se amortiguan por la espesa capa de nieve que cubre toda la ladera.





Hacemos una parada porque necesitamos repostar antes de continuar el pateo,  un poco al resguardo del fuerte viento que soplaba en la zona superior.







Al poco de continuar vemos la Laguna del Barco, que confirma que no hemos metido la pata al elegir la ruta de descenso.




A las 4 de la tarde llegamos al refugio de la Laguna del Barco, y tras una paradita seguimos el curso del río que nos acompañará hasta el coche, y por supuesto tendremos que cruzar de nuevo, aunque en estas ocasiones será mucho mas fácil.






Durante el recorrido encontramos una gran cascada en la que por supuesto sacamos unas fotos.





Al llegar a una granja con un camino que asciende y no debemos tomar (sube a Umbrias), sino que continuamos junto al río y lo cruzamos para continuar por la parte derecha del cauce.

Llegamos a una zona de praderas inundadas que atravesamos, y atravesamos, y atravesamos y nunca terminan. No llevamos mal paso, pero desde el último punto "conocido" en la descripción de la ruta que llevamos hasta el coche, marca una hora, y después de hora y media no hay signos de llegar a destino hasta el punto de preguntarmos donde narices estamos.




Finalmente llegamos a un camino que tras atravesar un pinar nos deja finalmente en el puente de la Yunta,  a las 7:20 de la tarde, tras pasar "tol puto día caminando" ;-) Eso sí en buen lugar y con buena compañía, así que sarna con gusto no pica.




En total unos 21 km de ruta, y 1.200 m de desnivel en una jornada en la que hemos conocido un espléndido paisaje al que espero volver, quizá con esquís de travesía.