jueves, 15 de julio de 2010

Barranco Estribiella

Domingo11 de Julio de 2010



El día anterior hemos hecho el Fago, y tras terminar tomamos rumbo al Valle de Echo y montamos el chiringuito pasando Siresa. El sitio parece una exposición de furgonetas y caravanas, madre mia que despliegue de medios por parte de la gente.

Campamento base

Desde ese punto tenemos acceso rápido a varios barrancos variados en dificultad y longitud, como la Boca del Infierno, Barranco del Hospital, Barranco Jardín, Barranco de Espata, Barranco de Aguas Tuertas y Barranco de Estribiella.

Este último es el que decidimos hacer, puesto que con un sólo vistazo al croquis podemos ver que se trata de un descenso de los de verdad con una gran cantidad de rápeles. De hecho, ha resultado ser uno de los mejores barrancos que he realizado esta temporada.

Nosotros teníamos los croquis de la biblia online del barranquismo, y bajamos los 2 tramos del Estribiella, el superior y el inferior. El tramo superior es realmente magnífico, está muy bien formado y destaca por su verticalidad enlazando un rápel tras otro y con un par de toboganes limpios. Por contra, la segunda parte es más tendida y con pequeños rápeles, teniendo muchos tramos muertos entre uno y otro, lo cual se hace muy pesado por lo resbaladizo que es el río. Sin duda, es recomendable abandonar el río tras el último rápel de la primera parte, punto marcado con unos hitos.

La campa donde empieza la aproximación

La aproximación comienza en una campa que se encuentra llena de furgonetas, y hay un cartel indicador que señala la subida a Peña Forca y al barranco. Me sorprende ver como está escrito como Estriviella, con v. ¿Cuál es el término correcto?

¿Estribiella o Estriviella?

Ascendemos por el sendero, al comienzo separados del río, y poco a poco nos acercamos a él y podemos ver alguno de los puntos del descenso. Por suerte la sombra de los árboles nos acompaña, pues vamos salvando desnivel constantemente y el calor aprieta aunque todavía no son las 9 de la mañana.

 Buru durante la subida


En 45 minutos salimos del bosque para coronar en una bonita pradera y observar que todavía hay neveros que auguran un agua bien fresquita en esta ocasión. Las vistas son fantástica, y sólo para estar allí merece la pena el esfuerzo.

Llegando a la pradera superior

Avanzamos unos metros por la pradera hasta encontrar un buen sitio para bajar hasta el cauce. Nos enfundamos los trajes espaciales y confirmamos que hoy no vienen nada mal los guantes para no pasar frío.

La pradera

Rápidamente estamos en el primer rápel, de 25 metros, y a la mitad descubres la contundencia del agua cuando se precipita irremediablemente sobre tu cara. Seguro que seria un fantástico hidromasaje para Shrek, pero para nosotros se nos hace complicado enterarnos de algo bajo tal cantidad de agua. Sin duda un gran comienzo para este barranco.

 El Lobo en el primer rápel

Ya calados hasta los huesos un segundo y tranquilo rápel de 9 metros no supone ningún problema. La reunión está sobre un bloque que hace que bajes en volado un par de metros hasta las ahora tranquilas aguas del Estribiella.

David en la segunda cascada

Continuamos con un destrepe que tiene una cuerda instalada, como algunos otros pequeños rápeles del segundo tramo. También un rápel de 3, es una pena que las pozas no sean profundas para hacer algún salto.

Resaltes

Llegamos al tobogán de 5 metros, tan perfectamente pulido que parece de un aguapark. Por supuesto lo repetimos un par de veces!!

Imagen capturada de uno de los videos

Ahora es el turno de un rápel de 17 que posiblemente se podría hacer un trozo como tobogán dejando la cuerda un par de metritos antes de la poza, aunque con cuidadito. Es una bonita cascada que da gusto  bajarla a toda velocidad rapelando con el culo.

David, Carmina y Buru

El rápel completo

Pasado el supertobogán, llegamos un pequeño rápel marcado como punto conflictivo en los croquis en caso de encontrarnos con un caudal alto. Es normal, pues se estrecha muchísimo y es un resalte con una profunda poza intermedia, estrecha pero peligrosa si te cae una gran cantidad de agua encima tuyo. Sin duda no me gustaría pasar por ahí con mucho agua, no se como lo harán en esos casos, una posible opción sería saltarlo, pero supongo que no estará tampoco muy cómodo al no haber ninguna repisa donde apoyarse.

Petra en el resalte peligroso con caudal (no es el caso)

Tras ello llegamos al punto clave del descenso, que son 2 cascadas de 20 y 30 metros separadas por un pequeño resate de 2 metros.

Agüita freca

La primera de ellas la vimos desde la aproximación, pues se pasa justo al lado. Se comienza el rápel desde un espectacular balcón al Valle de Echo, teniendo una primera parte de tobogán, que luego da paso a una vertical lanzando el agua sobre los barranquistas y dando lugar a una espectacular y estética bajada.

El Lobo


Petra

Aquí unas fotos de este divertido rápel, ahora visto desde abajo.

 Carmina dandose una ducha


Tere en el rápel

 Tere limpiandose la cera de los oidos

 Para acceder al siguiente rápel, bajamos a una poza con un bloque y llegamos a la siguiente reunión. Ahora nos espera una gran cascada en la que el agua parte de una poza central extendiendose hacia los lados sobre una enorme pared. Si intentamos bajar con los pies esta cascada, casi seguro que terminaremos con algún moratón en rodillas, codos o cualquier otra parte del cuerpo, porque al igual que el resto del barranco, resbala una barbaridad.

David en la cascada de 30


En este punto tomamos un descansito al sol y aprovechamos para picar algo. De nuevo somos un grupo de 8 personas, demasiados para ser ágiles en este tipo de descensos, asi que llevamos ya 2 horas y media a remojo y lo que nos queda....

Romo preparando la cuerda

Ahora nos espera una sorpresa con la que no contábamos. Tenemos un rápel de 20 y otro de 12 juntitos, pero no hemos visto que la reunión intermedia viene marcada en los croquis como clavos y no parabolts. Y efectivamente es lo que nos encontramos al bajar los 20 metros. La cuerda no llega por los pelos para encadenar los 2 rápeles, así que tenemos que fiarnos de los 2 clavos que hay allí.

 Tere en el primero de los 2 rápeles juntos

También hay equipado un pasamanos para evitar estos 2 rápeles, pero está con unas cuerdas viejas de espeleo que ya no tienen muy buena pinta. En un mapa de la zona en el que vienen reseñados los barrancos, hemos visto que la altura del rápel más largo es de 35 y no sabíamos la explicación. Aquí puede estar el por qué. Si lo hubieramos sabido antes, juntando la cuerda de 60 con la de 40 que llevabamos, hubieramos podido hacer los 2 rápeles del tirón evitando la reunión de clavos intermedia (esperando no tener problemas para recuperar las cuerdas).

 Tere en la reunión de clavos y Carmina rapelando

Ya sólo nos queda una cascada para terminar el primer tramo del descenso. Se trata de 18 metros de caída con una repisa intermedia que concentra casi todo el agua en un embudo. Podemos bajar por la parte izquierda para tener un poco de tranquilidad o inmolarnos por el embudo y pegarnos una buena ducha, pues el agua golpea fuerte en ese punto.  Es recomendable sacar la cuerda del embudo y llevarla a la parte de fuera si queremos que los siguientes puedan tener un descenso más tranquilito, o terminarán casi seguro en medio del chorro.

Apenas se ve, pero David está en la parte baja de la cascada, a punto de tocar el suelo, con saca azul

Una vez aquí, creo que hay que bajar un resalte hasta ver los hitos que marcan la subida al camino de aproximación y en 20 minutos llegar a los vehículos. Nosotros hicimos la segunda parte, que tiene 4 rápeles desde árboles y muuuchos metros de río que recorrer y muchos patinazos que sufrir por el camino.

Algunas fotos de la segunda parte:

 Petra rapelando tranquilamente

Resalte


Toboganes rojizos

Tercer rápel de la segunda parte

El último rápel del Estribiella

Esta segunda parte es recomendable solamente si nos hemos quedado con muchas ganas de más, pues después de un primer tramo tan fantástico, desmerece un poco el conjunto. Hay que saber cuando retirarse con gloria :-D

De todas formas, un gran barranco que encontramos en unas perfectas condiciones de caudal. Repetiremos.

martes, 13 de julio de 2010

Barranco de Fago - Foz de Fago

10 Julio de 2010



El calor aprieta este veranito y apetece aún más hacer unos barranquitos, además las lluvias de los últimos meses han hecho que los caudales estén altos para estas fechas, pudiendo disfrutar de algunos descensos que a estas alturas estarían casi secos o a punto de secarse.


Decidimos ir a hacer el barranco del Fago, que ya realizamos el año pasado pero nos gustó bastante, porque es un barranco con unos bonitos rincones y muy cómodo en cuanto a aproximación y retorno.

Amigos de unos y de otros nos juntamos y formamos un grupo de lo más peculiar: 2 riojanos, 2 burgaleses, 2 mañicas, un asturiano y una checa, casi ná!!!



Dormimos el Viernes 9 cerca del pueblo de Fago y el Sábado por la mañana nos dirigimos al barranco. A las 10 de la mañana ya hay 20 personas listas para entrar y quizás alguna mas dentro del barranco.
Nosotros entramos a las 11 de la mañana, dejando un buen espacio entre un numeroso grupo de una agencia y tras nosotros vemos que entrarán al menos otros 2 grupos más por libre.

Aunque no trae tanta agua como cuando lo hicimos el año anterior tampoco va escaso, así que está en muy buenas condiciones para hacerlo.

¡¡¡Comenzamos!!!

Hacemos los primeros saltos en las pozas del inicio y agradecemos estar en el agua por el sofocante calor de este día.

Lobo saltando en los estrechos

Es en el primer rápel dónde el descenso comienza a adquirir la belleza que le caracteriza. Con un giro a la derecha, el Majones nos hace descender una brecha rocosa que nos flanqueará en gran parte del recorrido.

 Petra en el primero de los rápeles

Una vez nos encontramos cercados por las paredes contemplaremos las formas que el agua ha tallado con el paso de los años, mientras el agua serpenteaba creando diferentes siluetas, puentes de roca  y formaciones para el disfrute del barranquista.

Vista del primer rápel

Pocos metros más adelante nos topamos con uno de los puntos más bonitos del descenso. De nuevo el río da un quiebro a la derecha excavando una pequeña cueva iluminada por los rayos de sol que entran a través de un puente de roca que hay en la parte superior. De nuevo con un rápel salvamos esta dificultad, que se puede saltar aunque el punto para hacerlo es bastante resbaladizo.

Carmina en la cascada a la cueva


Lobo tras bajar la segunda cascada

Continuamos sin remedio río abajo, pues el barranquismo es un deporte inventado para torpes en el arte de la orientación. Hay un punto en el que una de las paredes cede y nos ofrece un escape que, por supuesto, no tomaremos en esta ocasión.

Avanzamos realizando pequeños saltos allá donde podemos, relajados al no ver grupos delante ni detrás nuestro.

Formaciones en el Fago

De nuevo llegamos a un resalte en el que usaremos la cuerda. Es un resalte de 13 metros, que el año anterior saltamos, pero en esta ocasión no encontramos el coraje para lanzarnos al agua desde tal altura. Posiblemente influya que aquella vez veníamos de saltar y saltar en el Gorgas Negras y en el Mascún, y eso es mucho entrenamiento.

David rapelando

De cualquier manera, bajar por la cuerda también resulta muy divertido, y uno tras otro vamos deslizándonos hasta salvar esos 13 metros.

 Carmina en el R13

Pasado ese punto, seguimos avanzando entre las caprichosas formas de nuestro particular desfiladero, andando y saltando hasta toparnos con una pared que nos impide continuar nuestro camino. Dos opciones tenemos para poder avanzar, la primera es un sifón de 5 metros, y la segunda trepar por la cadena instalada en la pared.

 Paso junto al sifón

Sin una sola duda, pasamos del sifón y ascendemos por la cadena, una vez arriba, algunos saltamos a una poza oscura y otros rapelan desde un par de metros más adelante.

Rápel para evitar el sifón

De nuevo toca avanzar por la estrecha garganta, saltando de vez en cuando en pequeños bloques o repisas, siempre disfrutando del entorno en el que nos encontramos.

Avanzando por el Majones

Llegamos a la última dificultad del descenso, un bonito rápel que nos deja en una gran poza de color azul intenso y da fin a la parte más estética del Fago.

El asturiano en el rápel final

Nos hacemos las fotos de rigor, y unos saltitos desde una repisa a la izquierda de la poza.

De derecha a izquierda: Tere, Carmina, David, Lobo, Romo, Buru, yo y Petra

A partir de aquí solo es destacable un salto que se puede hacer desde un enorme bloque, que da por concluido el descenso, pues poco más adelante encontramos la salida a mano derecha del barranco, que en un par de minutos de subida nos deja en la carretera en el mismo punto donde hemos dejado uno de los coches.

Saltando desde el bloque

Aunque teníamos pensado hacer la boca del Infierno ese mismo día, al ser un grupo de 8 personas somos mas lentos de lo normal y no nos da tiempo, asi que otra vez será...

 Y después de barranquear, a dominguear

viernes, 9 de julio de 2010

Barranco Cicera

29 Junio de 2010



Justo después de salir del Barranco Navedo, nos quitamos la parte de arriba del neopreno, ponemos unas esterillas en los asientos del coche, y todavía mojados movemos el coche desde el parking del Navedo al del Cicera, a sólo 1 km de distancia.

Desde el parking, junto a la furgoneta azul, la entrada al camino

Al sol, comemos algo para reponer fuerzas y descansar un poco, y después de revisar los croquis y la aproximación nos ponemos en marcha. El camino comienza a unos metros del parking, al otro lado de la carretera, con un cartel que nos muestra la ruta circular que une los pueblos de Navedo, Cicera y el desfiladero de la Hermida.



Al igual que en la aproximación al Navedo, comenzamos a ascender paralelos al río, siempre manteniéndolo a nuestra izquierda. En este caso la aproximación es más larga y dura, pues el camino asciende constantemente, llegando a dejar el cauce bastante mas abajo que la senda. Sin embargo el camino cuenta con unas fantásticas vistas y fresas silvestres como avituallamiento bajo el sofocante calor que nos acompaña.

Aproximación


Ascendemos y ascendemos hasta que llegamos al pueblo en una hora, pero no encontramos el punto de entrada al barranco que viene reseñado en barranquismo.net. En la entrada del pueblo, nos encontramos con un pequeño tronco usado como puente sobre el río, lo cual nos confunde, porque según las reseñas, la salida del barranco es en un tronco-puente. Pero hemos llegado hasta el pueblo de Cicera, así que nos hemos debido de pasar la entrada. Tras varias vueltas y preguntar a algún paisano, entramos en ese punto. Claramente el descenso comienza en el propio pueblo, lo cual no hemos sabido interpretar correctamente con las reseñas, pensábamos que no era necesario llegar hasta Cicera...

Comenzando el barranco

Unos metros más adelante, el cauce se junta con otro algo mayor, lo cual nos indica que ya estamos en el sitio correcto, y rápidamente llegamos a la primera cascada, equipada con parabolt.


 Primera cascada

Seguimos avanzando por un cauce tristemente lleno de basura, hasta llegar poco después al segundo resalte que necesita uso de cuerda. A la derecha hay un árbol que tiene un cordino con pinta de ser bastante nuevo y un mallon para rapelar, y no vemos ninguna reunión. Me resulta muy extraño, cuando veo un montón de basura en la parte izquierda de la cabecera. Comiendo a remover la maraña de porquería y veo que está enganchada a algo. Un par de minutos después aparece la reunión que se encontraba sepultada bajo plásticos, ramas y hojas que se habían enredado en ella. 


Yo en la segunda cascada

Hacemos este segundo rápel, y continuamos bajando tranquilamente, con pequeños resaltes en los que hacer el tonto. El avance se hace bastante entretenido.

Segunda cascada desde abajo

Resbalando

Llegamos hasta un pasamanos a la derecha del cauce, muy bien pensado porque el suelo es realmente resbaladizo. Al final del pasamanos tenemos una reunión.

 Cabecera tras el pasamanos


En este punto se forma un pequeño embudo y el agua se junta precipitándose con fuerza en el tercer rápel, de poca altura pero muy divertido. Aunque se puede evitar atravesar el potente chorro, mientras bajamos nos colocamos en la corriente y el agua pulverizada nos ciega por completo.

 Solas en el rapel

Supongo que con bastante más caudal, el descenso de ese punto será algo complejo, pues la fuerza puede ser enorme, y una vez llegas al agua, te encuentras cubierto por el agua que no deja de caer sobre ti.



Ensacamos y continuamos descendiendo, nos encontramos en un balcón que nos ofrece unas vistas fantásticas de la zona y las paredes del desfiladero de la Hermida, a unos cientos de metros frente a nosotros.

Balcón

Todavía nos espera el punto mas bello del descenso, que es el último rápel. Se trata de una cascada de 21 metros repleta de musgo y vegetación.

 Petra en el de 21

Solas rapelando

Disfrutamos de esta cascada y resbalamos por la parte inferior, que con el musgo se convierte en un fantástico tobogán.

 "Toboganes" bajo el rápel

Después de varias fotos, continuamos río abajo. Nos resta un ratito de caminar, resaltes y destrepes entre bloques, marcado por la basura que se junta en ciertos punto, arrastrada por la corriente. Justo en el punto en el que empezamos a dudar si nos hemos pasado la salida del primer tramo, encontramos a mano izquierda el camino que asciende hasta  el camino de aproximación, juntándose con el a la altura de una lápida que se ve muy bien mientras realizas la aproximación.

 Bloques del final del primer tramo

Nos hubiera gustado continuar la segunda parte del barranco por el cauce, pero teníamos algo de prisa por volver a casa, así que optamos volver por la senda, mucho más rápido.

Creo que si sólo se va a realizar el primer tramo, es mejor realizar la aproximación desde el pueblo de Cicera, salir hasta el punto en el que se encuentra la lápida, y subir de nuevo hasta Cicera, editándonos casi todo el desnivel que tiene el camino de aproximación desde el desfiladero de la Hermida.

 Croquis aproximado de los descensos

De cualquier manera, un barranco muy recomendable para combinar con el Navedo en el mismo día y disfrutar de un entorno fantástico.

Petra, Solas y yo