En las últimas semanas me he acercado a realizar el descenso del Artazul en varias ocasiones, y en cada una de ellas las condiciones han sido completamente diferentes.
El primer rapel, de 34 metros
La primera vez ha sido al dia siguiente de realizar el Diablo Zulo, encontrando un caudal normal tirando a bajo, el día 2 de Mayo. La siguiente ocasión fue 7 días después, el 9 de Mayo, tras una semana de intensas lluvias. En esta ocasión nos metimos en el barranco, hicimos el primer rápel y nos tuvimos que retirar antes de hacer el segundo porque el agua tenía tanta fuerza que nos impedía llegar a la reunión con seguridad. Hay que decir que retornar los 50 metros de pequeños toboganes, nos costó bastante. Por último el día 6 de Junio volvimos para encontrarmos con un caudal muy pobre pero al menos sin agua estancada.
Las fotos son las del 2 de Mayo, pues son las que tienen un caudal aceptable.
Uno de los toboganes, se puede poner la cuerda para ayudar a colocarnos o si no nos atrevemos
Ese día teniamos que estar a las 4 de la tarde en Burgos, de modo que tocamos diana a eso de las 7 de la mañana, si si, las 7, y a las 8 y algo estábamos en el cauce con los neoprenos puestos. Hay que decir que nos costó bastante enfundarnos los neoprenos mojados a esas horas intempestivas. A las 11:30 salimos del barranco y llegamos con tiempo suficiente a Burgos.
Como a quien madruga dios le ayuda, no encontramos a nadie en el barranco y disfrutamos de total soledad, como era de esperar. Yo personalmente me lo apunto para hacerlo así siempre, prefiero madrugar un poco que comerme atascos y sufrir adelantamientos no deseados y poco ortodoxos como en el Diablo Zulo.
Fidias en una maniobra llamada: "O te lo comes, o te lo comes"
El barranco empieza fuerte con un rapel de unos 33 metros, en el que ya han perecido varias cuerdas por alguna laja que cortante. Nosotros las últimas veces rapelamos desde la última reunión de la zona derecha, después del trozo del pasamos de cuerda, y no hemos tenido ese problema. Eso sí, el último debe estar al loro para que la cuerda pase por el mejor sitio si no queremos sufrir un enganchón del nudo al recuperar.
Petra en un tobogán
Después del rapel y 200 metros de pateo, entramos en la zona “non stop”. Con un caudal normal, es todo disfrute, tendremos varios saltitos, unos cuantos toboganes y rápeles cortitos hasta la salida del barranco, con su impresionante cascada de 45 metros.
Cerca de la salida
La última vez que hicimos el Artazul, casi sin agua, rapelamos desde la reunión que se encuentra a la izquierda, en frente de la mega-reunion con mega-pasamanos. Bajamos 3 personas sin incidentes, pero al bajar la 4 y recuperar la cuerda, recibimos de regalo una cuerda con la camisa completamente desgarrada, dejando visible el alma de la cuerda en un tramo de medio metro. Suponemos que daño la camisa en alguna arista y con el chicleo de la cuerda la rasgó por completo. Parece que el alma de la cuerda no sufrió daños y nuestra integridad física no estuvo en riesgo, pero no volveremos a rapelar de esa reunión. Ahora en vez de una cuerda de 45, tenemos una de 17 y otra de 27 ;-)
Ultimo rápel
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