jueves, 11 de febrero de 2010

Picando hielo, de nuevo la Laguna Negra



Otro fin de semana más, volvemos a tierras sorianas, a pinchar hielo en la Laguna Negra.
Varias son las razones por las que ir a la laguna Negra de Vinuesa, y es que se encuentra a algo menos de 2 horas de Burgos, lo cual no es mucho. La aproximación desde el coche supone una hora mas o menos, con muy poco desnivel y muy cómodo, puesto que sólo tenemos que seguir la carretera, cubierta de nieve, pero carretera al fin y al cabo. Esto hace que no exista peligro de perdernos en caso de temporal y así uno se puede arriesgar a probar suerte con cualquier tipo de previsión meteorológica.
Por otro lado no está masificado como Neila, aunque desde luego tampoco es comparable, ya que en Neila tenemos mucho más donde elegir, pero la tranquilidad se agradece.
Para terminar otras dos razones de peso, el sitio es precioso y en caso de problemas tenemos un refugio libre a 20 metros de la laguna, donde poder hacer fuego, resguardarnos de las inclemencias de tiempo o simplemente descansar un rato.



En esta ocasión me acompañaban Petra y Micky, para tener su primer contacto con el hielo. El día estaba nublado pero no hacía nada de frío, durante la aproximación pude comprobar que había desaparecido mucha nieve durante la semana y tenía algo de miedo de que no estuvieran las cascadas en condiciones de ser escaladas. Es posible que tuviéramos unos 5 grados ya en la laguna,  con lo que me temía cascadas chorreando agua por todos los lados.



Ya en la pared se observaba como había menos hielo que el fin de semana anterior, estando mucho más blando, pero no corría nada de agua por ellas. Con estas condiciones era algo más fácil escalar, los hierros entraban mucho mejor en el hielo, y para hacer un top rop, a pesar de la temperatura, teníamos más que suficiente para entretenernos.



Me decidí por unos resaltes algo tumbados a la derecha de la gran cascada. Era perfecto para subir por un lateral y con un gran árbol arriba donde hacer una reunión sin problemas.



Me armo con varias cintas, unos fisureros de “porsiaca”, un tornillo de hielo, cintas express y varios mosquetones de seguridad y comienzo a ascender por el lateral de los resaltes, con buena nieve y la cuerda ya atada al arnés. Llego hasta el árbol con facilidad, ha sido divertido cruzar en travesía por una pequeña repisa antes de llegar al punto de reunión. 



Una vez montada la reunión principal, me desvio otro poco a la izquierda para situarme sobre el centro del resalte y parar la cuerda por un mosquetón anclado a un arbolito, para evitar hacer péndulo en caso de caída.


Micky, que me ha llevado con el reverso desde que he salido, me pilla y me baja de nuevo. Con las mismas, una vez que estoy abajo empiezo a escalar sobre el hielo, porque tengo unas ganas que no puedo con ellas. Como está un poco tumbado, resulta bastante fácil ascender, y en un momento estoy arriba de nuevo, qué lástima que no tenga más altura.



Cuando llego al suelo de nuevo, pregunto quien será el siguiente. Tanto Micky como Petra tienen ganas de subir, aunque no están muy convencidos de poder llegar hasta la reunión, piensan que será difícil esto de escalar en el hielo, por no hablar de fiarse de los piolets, clavados levemente en el hielo. Eso no debe dar nada de confianza, ¿no?



Micky no tarda en responder a mi pregunta, será el quien pruebe suerte en esto de picar hielo. Yo le doy mis piolets, y el me pasa el reverso. Después de unos breves consejos, pues yo tampoco tengo apenas experiencia en esto, empieza a clavar los piolets con felicidad. Cuando ha subido sólo un metro ya está comentando que dan mas sensación de seguridad de lo que esperaba. Gracias a que el hielo no está duro, se entra con facilidad, con ese sonido tan peculiar que hace que pienses que puedes colgar de ahí un camión de 10 toneladas.



Tampoco Micky tiene problemas para subir, y en poco tiempo se planta en la reunión con una sonrisa de oreja a oreja, diciendo que esto del hielo va a ser divertido y todo.



Es el turno de Petra. Con bastante menos confianza que Micky, se hace el ocho, empuña los piolets y se pega a la pared. Los primeros momentos la cuestan bastante, sobre todo el separarse del suelo y clavar los crampones en el hielo; es complicado pasarse a la pared desde la posición de estar de pie. Una vez superado eso empieza a subir, con dificultar para clavar los piolets pero con mucha confianza en los pies, fijando siempre las puntas a la primera, con los talones muy altos pero mucho estilo. Poquito a poco va subiendo y cuando está entrando en la parte final del resalte, donde tumba más todavía y se vuelve superfácil, se le van los piolets y cae. La descuelgo porque está cansada y comienza a quejarse de que la duelen mucho las manos. Al quitarla los guantes vemos que tiene las manos heladas, de tener los brazos en algo y la presión de las dragoneras. Con un poco de comida y calorcito se le pasará en 5 minutos.




Tras reponer un poco fuerzas, volvemos al ataque, en esta ocasión un poco más a la izquierda del resalte, pero después del primer contacto resulta más fácil y se hace extremadamente corta la escalada. Mi reino por 30 metros de hielo!!!



También Micky sube más rápido y mejor que en la primera ocasión, después del primer contacto las cosas está un poco más claras y uno sabe lo que tiene que hacer.

De nuevo Petra se pone a la carga, y ella también consigue llegar a la reunión sin problemas, muy contenta por haberlo conseguido y esta vez con las manos calentitas. Parece que la comida ha ayudado bastante.



Después de algún pegue más, intento meter un tornillo a mitad de vía, algo que presumiblemente sería fácil en una vía tumbada, en la prática no me resulta tán fácil. Tengo que clavar muy bien uno de los piolets para fiarme de él. Una vez bien fijado en el hielo, me anclo a éste lentamente hasta encontrarme colgando completamente de él. Esta operación la hago con el piolet de la mano derecha, la que usaré para meter el tornillo, pero no puedo hacerlo con una sola mano. Dudo entre clavar bien el piolet izquierdo y asegurarme a los dos, dejarle simplemente colgado o yo que sé que. Lo de dejarlo colgado no me convence por si le muevo y se me cae, ya que no me resulta cómodo colgarlo cerca de la cintura y meter el brazo hasta el codo, y finalmente dejo el piolet colgado dentro del mosquetón de mi cabo de anclaje. De esas trazas consigo meter el tornillo y sacarle de nuevo, me incorporo y me coloco para volver a escalar de nuevo. Todo ello con la cuerda por arriba, si hubiera tenido que hacerlo con el último seguro bajo mis pies, estoy convencido que hubiera sido bien diferente la historia :-D Habrá que seguir practicando y aprendiendo.….




Contentos con el resultado del día, recogemos el equipo, hacemos una visita a la cascada del finde anterior, charlamos un poco con la poca gente que queda por allí, y nos vamos. De nuevo, hemos sido los únicos escalando y la lluvia nos ha respetado, aunque hemos pasado más calor del que nos hubiera gustado.



Podemos irnos contentos a casa, una vez mas.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Escalada en Hielo en la Laguna Negra de Vinuesa



Después de un tiempo de inactividad hay que ir poniendose las pilas otra vez, este fin de semana Ratilla y yo estuvimos en Soria, para subir a la Laguna Negra.

Nunca había estado allí en invierno, y me apetecía mucho conocer el lugar con un buen paquete de nieve. Además tenía entendido que se podia hacer algo de hielo alli, y como el tiempo no nos habia permitido escalar en Neila, decidimos probar suerte en Soria a pesar de las malas previsiones metereológicas.



Durante el camino en coche, la cosa pintaba bastante fea, estaba nevando en Vinuesa y alrededores y era probable que la carretera estuviera completamente cubierta de nieve, lo que viene a ser una aproximación de unos 10km. Por suerte pudimos meter el coche un buen trecho  hasta donde se quedó atascado, de modo que con un poco de paciencia y una pala conseguimos darle la vuelta listo para cuando regresaramos. Para entonces, el día habia cambiado, a mejor, y el sol nos acompañaba a ratos. Calculabamos estar a unos 6 km de la Laguna, cogimos la mochila con cuerdas, arneses y demas material, raquetas en los pies y poco a poco ascendimos hasta la Laguna.



El lugar está precioso, lleno de nieve, hasta los quitamiedos están sepultados por la enorme manto blanco y con las raquetas subimos muy comodamente en un paisaje en el que no se ve ni una sola huella. Parece que la suerte nos acompaña.



Una vez llegamos a la Laguna, vemos que somos los únicos allí, aunque al poco llegará un enorme grupo al que hemos adelantado por el camino. Observamos las paredes en busca de algo de hielo que escalar. No hay muchas cosas, pero las hay.



Lo más evidente es una pared pegada a la enorme cascada que se encuentra a la derecha de la Laguna. La cascada tira un montón de agua, pero parece que ese lateral está en condiciones.



Tenemos un buen día, tenemos paredes, tenemos cuerdas y tenemos hielo. Pero lo que no tenemos es experiencia. La idea es practicar algo con la intención de poder meternos en algún corredor y que al menos sepamos por donde nos da el aire. Entre los dos tenemos la enorme cantidad de 2 tornillos de hielo!!! Con esto no creo que podamos hacer maravillas. Al menos unos cuantos friends y unos fisureros nos han acompañado en la subida :-D



Yo soy partidario de subir por un lateral, hasta uno de los arboles, poner una cuerda y hacer un top-rop pero simulando con la otra cuerda que vamos de primeros, parando a meter seguros y esas historias.




Pero Ratilla prefiere intentar subir justo por la izquierda de la cascada que tira agua, escalando de primero, y a pesar de mis recomendaciones de que no lo haga, finalmente se mete a por ello. El resultado de una caída escalando por ahí sería terminar en el agua en caso de que no aguanten los seguros (que es posible que no lo hubieran hecho), y no me apetecía mucho mojarme.



Ratilla conseguirá subir sin tirarme al agua, aunque los dos pasamos algo de miedo y yo un poco de frio, ya que fué necesaria una hora para que  ascendiera los 15 metros que tendría la cascada. En la subida usó un tornillo, dos fisureros, un friend y un puente de hielo que partión en cuanto le dí un tirón. Hay que decir que le echó un par de huevos :-D Reunión en un arbol y para abajo.






Yo subo de segundo, al llegar a la reunión hago una travesía a la izquierda, hasta colocarme sobre un arbolito que está justo encima de la pared cubierta de grueso hielo. Reenvío la cuerda por el arbolito con una cinta plana y un mosquetón de seguridad y me descuelgo, ya por el centro de la pared.





Nada mas bajar le doy un pegue a la cascada. Estoy convencido de que subiré con facilidad, igual que en otra ocasión que estuvimos en Neila. Pero no es así, llevo las dragoneras mal ajustadas y tengo que sujetarme muy fuerte a los piolets, y la pared es completamente vertical, no como las que probamos en Neila. En definitiva, un desastre, en 2 pegues estoy reventado y he llegado a la mitad de la via con muchas dificultades.  Bajo para descansar y la intenta el ratilla, que con mucho menos esfuerzo llega hasta arriba sin caerse.



Vuelvo a intentarlo con poca fortuna y bajo de nuevo para ajustarme bien las dragoneras. Con ellas bien colocadas ya no necesito agarrarme al piolet todo el tiempo, y la cosa cambia bastante, me quedo muy cerca de la cadena pero las fuerzas no me dejan llegar hasta arriba... otra vez será.


De nuevo sube ratilla, esta vez a toda velocidad, parece que le ha cogido el truco, y desmonta ambas reuniones, para rapelar del arbol.



Con la tonteria son las 5:15 de la tarde, asi que nos apuramos a recoger un poco las cosas, bajamos hasta el refugio y alli con un té repartimos el material, metemos las cuerdas en la mochila y nos calzamos las raquetas para bajar hasta el coche de nuevo. Al salir del refugio empieza a nevar un poquito, pero no nos importa porque ya hemos hecho todo lo que queríamos. En algo menos de una hora estamos en el coche, justo cuando empieza a hacerse de noche. Sin problemas llegamos a la carretera y dejamos atrás la nieve.


El día ha superado todas las expectativas posibles y volvemos muy contentos a casa.