jueves, 18 de marzo de 2010

Circo de Gredos



El fin de semana del 13 y 14 de Marzo, fue nuestro primer contacto con Gredos, un lugar relativamente cercano y completamente desconocido para nosotros. A sólo 3 horas y cuarto de Burgos, tenemos un paraje precioso en el que practicar actividades de montaña.


El viaje comenzó el viernes por la tarde, donde 6 personas ponemos rumbo a la plataforma de Gredos, lo que viene siendo un gran parking que a las 10 de la noche ya estaba repleto de furgonetas. Allí pasaríamos la primera noche, 3 de nosotros en una tienda de campaña junto a los coches y otros 2 y yo vivaqueando sobre el propio suelo del parking. Para nuestra sorpresa, de madrugada llegó la Guardia Civil y se puso las botas denunciando a todo aquel que estaba durmiendo en coches, furgonetas, caravanas y tiendas; resumiendo los únicos que nos libramos fuimos los 3 que estábamos vivaqueando al raso. Incluso denunciaron al propietario de un vehículo que tenia el coche con las ruedas fuera de los dibujos marcados en el suelo para aparcar. Es genial que los cuerpos del orden se dediquen a aleccionar y hacer cumplir la ley a todos aquellos que nos dedicamos a delinquir los fines de semana durmiendo malvadamente en nuestros vehículos en incluso en el suelo a 6 grados bajo cero. En fin.... no sirve de nada intentar entender estas actuaciones... mas aún cuando luego ves el estado del mimo parking el domingo por la tarde, petado de domingueros que dejarán su mierda tirada y posiblemente no se separen más de 100 metros del parking.

Después de ese fantástico despertar, nos encaminamos al refugio Elola, uniéndonos al enorme reguero de personas que se dirigen hasta el circo cual procesión de Semana Santa.



El buen tiempo nos acompaña y muy pronto seremos obsequiados con unas fantásticas vistas del circo, mucho más bonito de lo que imaginábamos, y con una enorme cantidad de nieve tapizando las paredes de los picos.



Montaremos las tiendas bastante separados del refugio, y empleamos la tarde del sábado en escalar algunos pequeños resaltes frente al refugio, y  hacer alguna práctica de aseguramiento sobre nieve.






En cuanto el sol desapareció, la temperatura comenzó a bajar de forma vertiginosa, y nos hizo terminar muy prontito en los sacos de dormir. Nuestros compañeros se resguardaron en las tiendas mientras que Ratilla y yo decidimos vivaquear al raso para probar los sacos de dormir. Esa noche es la temperatura rondaría los -10ºC y no pasamos mala noche con los Nanga Parbat de Diamir, aunque resultó algo molesto una pequeña nevada mañanera que nos caía en la cara.




Mientras los montañeros burgaleses que se encontraban por la zona empezaban su actividad a las 7 de la mañana, nosotros seguimos tirados en los sacos de dormir. Parte de nuestro grupo, 2 Ricardos y Natalia tampoco madrugaron mucho pero si hicieron una ascensión mientras que los vivaqueadores simplemente nos dedicamos a pasar la mañana tranquilamente observando a la gente, montañeros, esquiadores, y demás personal que compartía con nosotros ese bonito paisaje. Aunque fue el día más dominguero que hemos pasado en muchííísimo tiempo, fue fantástico estar relajados sin hacer nada y solo disfrutar de la belleza del circo. Por supuesto, practicamos uno de nuestros deportes preferidos, que es estar de palique con todo aquel que esté dispuesto a ello, y además encontramos a varias caras conocidas, como varios miembros del club de espeleo Niphargus o Juanjo Cano, de Paredes del mundo, al que conocimos escalando la Aguja Dibona.



Después de dominguear todo lo que pudimos y más, salimos del circo y en hora y media estábamos en el coche para emprender la vuelta a casa, aunque con muchas ganas de volver de nuevo a este mágico lugar.

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