jueves, 4 de agosto de 2011

Barranco Moules Marinieres



El Moules marinieres o mejillones a la marinera si hacemos una traducción literal, es uno de los barrancos más usados por las empresas de aventura en la zona del Vercors, y no es para menos, pues resulta ser un barranco asequible y muy disfrutón, con variedad de toboganes, rápeles y destrepes en los que darnos un chapuzón.

Ubicación: población de Saint Andeol en Isere, zona del Vercors, Francia

Dificultad: v3a4II

Época: Permitido del 1 de Julio al 30 de Septiembre

Combinación de vehículos: Recomendable. Sino tendremos que recorrer 4 km extras por carretera.

Material: 1x40 + cuerda de porsiaca

Aproximación: 20 min. Desde Genoble vamos a Monestier de Clermont y de ahí a Saint Guillaume. Salimos de Saint Guillaume por la D242A y en kilómetro y medio llegamos a una curva a la derecha con un puente que cruza sobre el río. Ahí debemos aparcar y dejar el coche de retorno.

Con el otro vehículo subimos hasta Saint Andeól, lo cruzamos y a 250 metros encontramos una carretera que baja al barrio de Les Chazeaux. Ahí hay un aparcamiento habilitado para los barranquistas. Seguimos bajando andando, pasamos las casas del pueblo y encontramos un cartel con las fechas aptas para hacer el descenso. Continuaremos por ese camino que a la altura de una granja asciende un poco y parece que nos separa del río, pero luego vuelve a bajar hasta un puentecito que lo cruza. Cogemos un sendero río abajo volviendo sobre nuestros pasos pero al otro lado del cauce hasta que la senda muere y debemos entrar en el río. Rápidamente se encajona y entramos en el descenso. Nota: existe un atajo que nos baja directamente al barranco, nosotros no lo encontramos, pero con esta ruta descrita llegamos en los 20 minutos estipulados :-D

Mapa topográfico del acceso al Moules marinieres con combinación de vehículos



Descenso: 2 - 3 horas.
El descenso comienza con una zona estrecha de paredes bajas que se abre al recibir un aporte. Los toboganes y pequeños resaltes predominan en esta zona, que nos hace preveer un divertido recorrido.
Por desgracia, cuando llevamos poco tiempo disfrutando del agua y con sólo un rápel a las espaldas, el barranco se  abre y tenemos 15 minutitos de pateo hasta encontrarnos de nuevo con zonas interesantes.
Retomamos el barranco con la misma dinámica que anteriormente, toboganes y tubos estrechos, hasta que llegamos a un rápel con una repisa hecha de madera, e inmediatamente nos encontramos con una estética brecha vertical que descendemos rapelando de nuevo por fuera del agua. El angosto pasillo se ensancha y da paso a un destrepe rapelable y un corto rápel-tobogan.
De nuevo un pequeño tramo sin nada reseñable nos deja en el último rápel de 9 metros, que en los croquis viene como salto, pero nos pareció imposible por poca profundidad. Una vez en la poza, nos encontraremos con la joya del barranco, un tobogan encajonado y resbaladizo de 10 metros con el que finalizamos el descenso. Te puedes dejar llevar desde bien arriba hasta entrar en el tubo. Aunque la profundidad no es excesiva, no resulta peligroso, pues terminas con las piernas un poco levantadas, y en mi caso toqué todas las veces con el culo en el suelo, pero está blandito ;-)
Es posible repetir el tobogán subiendo hasta el rápel anterior por un camino que hay a mano izquierda, aunque nosotros lo que hacíamos era trepar por uno de los laterales del tobogán.

Retorno: 5 minutos. Debemos salirnos del agua en la poza del tobogán y tomar un caminito por la derecha, llegando en 5 minutos al coche.

Combinable con: combinación perfecta con el Mouna.

Topo / croquis: Nosotros no tenemos muy claro cual es el salto de 5 metros que marca, y tampoco saltaríamos el de 9, así que ojito. De todas formas, aquí está la topo:



Nosotros lo pasamos muy bien en este barranco, repetimos el tobogán unas cuantas veces, y hubiéramos pasado allí todo el día de no ser porque debíamos irnos.

Aquí va la descripción gráfica del recorrido:


Parece que este va a ser el parking para empezar la aproximación a pata...

así que aparcamos

y arrancamos no sin antes esperar a los mas lentos en ponerse el neopreno.

Por el camino encontramos el cartel que nos indica las fechas permitidas para barranquear

y también encontramos caracoles tamaño XXL.

Rápidamente entramos al río

que en pocos metros se encajona y cambia de aspecto.

Comienzan los rápeles...

y los toboganes,

seguidos de mas toboganes :-D

con algún que otro destrepe.

A esto le llamo yo equipar un barranco!!

¿Será esto el salto de 5 que sale en el croquis?

Nos topamos con la brecha

y la descendemos,

desde abajo parece un tremendo tobogán.

Aquí destrepando un posible rápel,

y mojándonos en un rapel tobogán.

Para nosotros va perfecto de caudal, lo estamos disfrutando.

Y por fin, el último rápel, que se ve al fondo, con el famoso tobogán.

Hay momentos en los que incluso despegas!

Y uno siempre se queda con ganas de más!

¡¡Aprovechando segundo viaje, que es gratis!!

Y después de la actividad, a reponer fuerzas en una buena praderita, que en un rato hay que seguir con el Mouna!

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