miércoles, 5 de junio de 2013

Barranco Arandari



Aproximación: 15 minutos
Retorno: 3 minutos
Longitud: 200 metros
Tiempo de descenso: 1 hora (20 minutos si se hace en modo "non stop")
Equipación: muy buena
Epoca: Invierno-Primavera
Escapes: varios

Croquis: extraidos de barranquismo.net
Nota: está equipado de tal manera que todas las dificultades son evitables, asi que hacerlo con una buena cantidad de agua es interesante.




Toparnos con el Arandari ha sido una grata sorpresa. Es una pequeña joya, que en sus escasos 200 metros de recorrido te hace disfrutar como un niño pequeño.




De hecho, es tan bonito y tan pequeño que cuando lo terminamos nos quedamos con ganas de más, y acto seguido lo repetimos!! Natalia se había rajado en la primera ronda por un poco de mieditis a que hubiera algún problema con el caudal, pero al vernos tan emocionados, hicimos un segundo pase al barranco los tres juntos.

La aproximación se hace en unos 15 minutos, y el retorno son 3 minutos, asi que no cuesta nada decidirse a repetir.

Aparcamos a unos 100 metros del pueblo de Burgui, en la carretera que lleva a Salvatierra de Esca, donde hay una gran zona de parking (probablemente encontremos también navatas "aparcadas"). Si caminamos hacia el pueblo, a pocos metros encontramos un cartel indicador de un Sendero Local, cuyas marcas seguiremos durante la aproximación al barranco.



Desde el cartel cogemos un caminito que sube en paralelo a la carretera hasta llegar a un alto desde el que divisamos el barranco. Una vez ahí bajamos un poco y veremos el comienzo del descenso de manera muy evidente.



La primera dificultad es un pequeño resalte con una cascada que se puede hacer en tobogán. Cuando lo hicimos estaba equipado con un pasamanos fijo de cuerda que usándolo evitabas por completo tocar el agua.





Aquí hacemos las primeras tontunas con el tobogán, hay que tomárselo con calma y disfrutar del descenso.





En poquitos metros un precioso rápel de 7 metros en el que el agua cae a ambos lados de una formación. Es realmente bonito.




Frente al rápel existe un enorme puente de roca al que podemos acceder de varias maneras, desde arriba del anterior rápel por el lateral izquierdo, o si ya hemos bajado, podemos subirnos encima ayudandonos con una cuerda fija que hay por detrás o trepando por la parte delantera del puente de roca.




Desde ahí podemos saltar y entretenernos otro rato.



La vista de la cascada bajo formación del puente de roca no tiene precio, las fotos no le hacen justicia.




Cuando nos cansemos de saltar continuamos y en un momento encontraremos una marmita que con el caudal que encontramos ya tenía algo de movimiento en su interior, aunque no era para nada peligroso, y un pequeño tobogán.








Unos metros más adelante se encuentra la tercera dificultad. Podemos hacer un rápel de 6, saltar como hicimos nosotros o hasta puedes bajar con usando un pasamanos de acero que hay instalado. Este pasamanos se puede utilizar para repetir el salto tantas veces como queramos.






De nuevo unos poquitos metros de transición para encontrarnos con otro punto interesante. Ya sólo nos queda el último rápel, y como en las buenas historias, han dejado lo mejor para el final, pues tras un pequeño pasamanos encontramos la reunión que nos dejará en el interior de una cueva.




Este podría ser el punto más delicado, pues todo el agua confluye en un estrechamiento con una pequeña rampa que hace de lanzadera y dispara el agua al interior de la cueva.





Con el caudal que encontramos podías ponerte de pie sobre el borde de la poza sin mayores problemas, pero con mucho agua el pasamanos puede estar un poco más complicado, aunque atándonos en corto a él, no debería ser peligroso.



Una vez en la cabecera del ultimo rápel tenemos dos opciones, o bajar un poco a la derecha, metiéndonos comiéndonos el chorro de lleno hasta llegar abajo o rapelar hacia la izquierda, de manera que 3 metros más abajo llegamos a una repisa que nos permite bajar hasta la poza esquivando la caida de agua.









Ya abajo, nos dirigimos a la boca de la cueva que se convierte en un tobogan de un par de metros y nos deja fuera del barranco. Con mucho, muchísimo agua no se si habrá algún movimiento peligroso para llegar desde el lateral de la cueva hasta la salida, pero para que eso ocurra supongo que tendría que ir cargadísimo.






Andamos por el cauce hasta el puente y desde ahí cruzamos por debajo para salir a la carretera o trepamos desde ahí a la carretera directamente.

Y con esto terminamos el barranco, diminuto en cuanto a tamaño pero enorme en cuanto a diversión!!






1 sartenazos:

nicolas dijo...

Hola buenas interesante reportaje.
Somos una empresa fabricante de presas de escalada. Estariamos orgullosos que hicierais un enlace a nuestra pagina www.presasg8.es
Gracias de antemano

Publicar un comentario