sábado, 10 de marzo de 2018

Guía de Escalada de Burgos

Hasta ahora, apenas existían algunos croquis bastante desactualizados de alguna de las zonas de escalada de Burgos, como de Villaverde Peñahorada o de Escaño y Escanduso. De otras zonas directamente no existía ningún tipo de información o croquis, ni en Internet ni fuera de ella.

Pero eso acaba de cambiar, recientemente se ha publicado una completa guía de escalada deportiva de la provincia de Burgos, con los croquis de 12 escuelas y un montón de vías para disfrutar por una larga temporada.

La guía contiene mapas de acceso, dibujos de las zonas, todos los croquis con fotos a color, un montón de fotos de escalada e incluso fotografías aéreas.



El precio de la guía es de 20€ y se puede encontrar en varias tiendas de Burgos y en el bar de Villaverde Peñahora y en el bar El Frontón de Pancorbo. Además las envían por correo por tan sólo 3€.

Las escuelas de escalada que se pueden encontrar en la guía son:
- Villaverde Peñahorada
- Tobes
- San Martín de Ubierna
- La Selva
- Huérmeces
- La Piedra
- Basconcillos del Tozo
- Poza de la Sal
- Trespaderne
- Villarcayo
- Pancorbo
- Garganchón

Para más información puedes visitar https://escaladaburgos.wordpress.com/

miércoles, 5 de junio de 2013

Barranco Arandari



Aproximación: 15 minutos
Retorno: 3 minutos
Longitud: 200 metros
Tiempo de descenso: 1 hora (20 minutos si se hace en modo "non stop")
Equipación: muy buena
Epoca: Invierno-Primavera
Escapes: varios

Croquis: extraidos de barranquismo.net
Nota: está equipado de tal manera que todas las dificultades son evitables, asi que hacerlo con una buena cantidad de agua es interesante.




Toparnos con el Arandari ha sido una grata sorpresa. Es una pequeña joya, que en sus escasos 200 metros de recorrido te hace disfrutar como un niño pequeño.




De hecho, es tan bonito y tan pequeño que cuando lo terminamos nos quedamos con ganas de más, y acto seguido lo repetimos!! Natalia se había rajado en la primera ronda por un poco de mieditis a que hubiera algún problema con el caudal, pero al vernos tan emocionados, hicimos un segundo pase al barranco los tres juntos.

La aproximación se hace en unos 15 minutos, y el retorno son 3 minutos, asi que no cuesta nada decidirse a repetir.

Aparcamos a unos 100 metros del pueblo de Burgui, en la carretera que lleva a Salvatierra de Esca, donde hay una gran zona de parking (probablemente encontremos también navatas "aparcadas"). Si caminamos hacia el pueblo, a pocos metros encontramos un cartel indicador de un Sendero Local, cuyas marcas seguiremos durante la aproximación al barranco.



Desde el cartel cogemos un caminito que sube en paralelo a la carretera hasta llegar a un alto desde el que divisamos el barranco. Una vez ahí bajamos un poco y veremos el comienzo del descenso de manera muy evidente.



La primera dificultad es un pequeño resalte con una cascada que se puede hacer en tobogán. Cuando lo hicimos estaba equipado con un pasamanos fijo de cuerda que usándolo evitabas por completo tocar el agua.





Aquí hacemos las primeras tontunas con el tobogán, hay que tomárselo con calma y disfrutar del descenso.





En poquitos metros un precioso rápel de 7 metros en el que el agua cae a ambos lados de una formación. Es realmente bonito.




Frente al rápel existe un enorme puente de roca al que podemos acceder de varias maneras, desde arriba del anterior rápel por el lateral izquierdo, o si ya hemos bajado, podemos subirnos encima ayudandonos con una cuerda fija que hay por detrás o trepando por la parte delantera del puente de roca.




Desde ahí podemos saltar y entretenernos otro rato.



La vista de la cascada bajo formación del puente de roca no tiene precio, las fotos no le hacen justicia.




Cuando nos cansemos de saltar continuamos y en un momento encontraremos una marmita que con el caudal que encontramos ya tenía algo de movimiento en su interior, aunque no era para nada peligroso, y un pequeño tobogán.








Unos metros más adelante se encuentra la tercera dificultad. Podemos hacer un rápel de 6, saltar como hicimos nosotros o hasta puedes bajar con usando un pasamanos de acero que hay instalado. Este pasamanos se puede utilizar para repetir el salto tantas veces como queramos.






De nuevo unos poquitos metros de transición para encontrarnos con otro punto interesante. Ya sólo nos queda el último rápel, y como en las buenas historias, han dejado lo mejor para el final, pues tras un pequeño pasamanos encontramos la reunión que nos dejará en el interior de una cueva.




Este podría ser el punto más delicado, pues todo el agua confluye en un estrechamiento con una pequeña rampa que hace de lanzadera y dispara el agua al interior de la cueva.





Con el caudal que encontramos podías ponerte de pie sobre el borde de la poza sin mayores problemas, pero con mucho agua el pasamanos puede estar un poco más complicado, aunque atándonos en corto a él, no debería ser peligroso.



Una vez en la cabecera del ultimo rápel tenemos dos opciones, o bajar un poco a la derecha, metiéndonos comiéndonos el chorro de lleno hasta llegar abajo o rapelar hacia la izquierda, de manera que 3 metros más abajo llegamos a una repisa que nos permite bajar hasta la poza esquivando la caida de agua.









Ya abajo, nos dirigimos a la boca de la cueva que se convierte en un tobogan de un par de metros y nos deja fuera del barranco. Con mucho, muchísimo agua no se si habrá algún movimiento peligroso para llegar desde el lateral de la cueva hasta la salida, pero para que eso ocurra supongo que tendría que ir cargadísimo.






Andamos por el cauce hasta el puente y desde ahí cruzamos por debajo para salir a la carretera o trepamos desde ahí a la carretera directamente.

Y con esto terminamos el barranco, diminuto en cuanto a tamaño pero enorme en cuanto a diversión!!






lunes, 3 de junio de 2013

Barranco de Navascués


 Hemos estado estrenando el mes de Junio intentando hacer algún que otro barranco en los alrededores del Pirineo. Después de las constantes lluvias casi todo está pasado para meternos en fregaos, incluso el Fago que era una de nuestras primeras ideas.

Al final, el primer día terminamos haciendo el barranco de la Sierra o barranco de Navascués. Apenas tenía un poco de información de un blog con el punto de entrada y la cuerda necesaría, pero nos parecía suficiente para acometer el descenso.



Nos hemos encontrado con un barranco largo en cuanto a longitud, fácil, poco contínuo y de carácter abierto, con posiblididad de escapar en casi cualquier momento.

Tras mirar en el mapa la posibilidad de hacer solo un primer tramo que es algo menos de la mitad del recorrido, con 2 rápeles, o hacerlo entero con 4 rápeles en total, decididmos hacerlo entero, puesto que no tenemos muchos más planes por el momento, y siendo un barranco con habitualmente poco caudal, puede ser una fantástica opción para hacerlo con agua. De esta forma, dejamos el coche de retorno en un área recreativa cerca de Navascués y subimos con el otro coche a la cabecera, donde el punto de acceso es muy evidente al ver el barranco desde la carretera.


 Una vez dentro comenzamos a caminar por el ancho cauce que lleva un inocente palmo de agua deslizándose sobre las planchas de pizarra que configuran el estrato rocoso.




En pocos minutos y tras un pequeño destrepe llegamos a la cabecera del primer rápel, el más grande de todos con los que nos toparemos. Hay 2 instalaciones a la izquierda, en el único sitio donde la roca parece un poco fiable.



Una vez colocados frente a las instalaciones, el apacible e inocente palmo de agua ya no parece ni lo uno ni lo otro, sino que a lo largo del tramo que venimos recorriendo ha cogido fuerza y velocidad, cubriendo de blanco la cascada que se encuentra ante nosotros.

Tras un poco de reflexión y con algo de miedo en el cuerpo, porque aunque no es gran cosa este caudal, no estamos nada acostumbrados a lidiar con barrancos en los que el agua supone algo mas que una duchita en el descenso, decido instalar sobre la reunión que está un poco más retrasada. Desde esa instalación me parece que podré rapelar algo más a la derecha, evitando en la medida de lo posible el agua que tiende a caer sobre la parte izquierda del cauce.



Con la cuerda preparada me dispongo a acercarme al borde de la cascada, pero para mi sorpresa me cuesta bastante, pues hay muchos sitios en los que no puedo pisar, pues si lo hago, la fuerza del agua me arrastra el pie de inmediato. Finalmente llego al borde y después de comprobar que la cuerda llega al suelo, me lanzo para abajo y rápidamente escapo del chorro de agua. Al final no era tan grave como parecía y desde arriba asustaba mucho más que desde abajo.


Una vez abajo les digo a Ricardo y Natalia que bajen, pues no hay peligro. La primera en intentarlo es Natalia, que tras colocarse el descensor y acercarse un poco al borde no lo ve claro y no se atreve.


Seguidamente Richi va decidido a bajar, pero tampoco consigue acercarse al borde con confianza. Pasa el tiempo y las intentonas pero no se deciden a bajar. Subo trepando por el lateral de la cascada y despues de decirles que no pasa nada, vuelvo a bajar, esta vez en doble dejando las cuerdas listas para no tener que bajar con la saca a cuestas.



Y una vez más varias intentonas infructuosas. Natalia se retira del barranco y Richi consigue bajar haciendo un escaqueo poco ortodoxo por la derecha , pero bajando al fin y al cabo.





Desde abajo pienso que no habría ningun problema en bajar por cualquier lado de la cascada, pues el agua está bastante dispersa y no pega tanto cañonazo como parecía arriba, pero claro, a toro pasado...



Casi 2 horas después de llegar al rapel, continuamos sin Natalia el descenso, esperando no encontrarnos con una cascada que concentre el chorro sobre la línea de rápel, porque entonces si que pasaríamos miedo de verdad, jeje.



Ahora toca caminar unos 10 minutos, destrepes y bloques. Pasamos por una gran zona derrumbada, según parecía pocos días antes porque los grandes bloques que estaban en el centro del cauce estaban todavía con ramas verdes y barro que no había sido limpiado por el agua.




El siguiente punto con cuerda es un pequeño resalte de unos 6 metros  con una instalación antigua en el suelo a la derecha. No tiene mayor dificultad y va por el borde del agua.



A partir de aquí, un buen rato de caminata, mientras jugamos con el agua para ver si asi se nos quita el miedo que nos ha dado con todo aquello que tiene más fuerza que la ducha de casa.



Mientras avanzamos vemos como varios afluentes vierten sus aguas a nuestro camino.

Por el camino nos encontramos a Natalia, que ha ido andando hasta donde comienza la segunda parte y ha estado remontando el río hasta juntarse con nosotros.




Desde el segundo rápel hasta el puente que tomo como referencia para el fin de la primera parte, ha pasado una media hora. En este puente podemos salir y volver andando al primer coche o continuar hasta abajo, que es lo que hacemos, encontrando un destrepe 5 minutos más tarde, y poco después el tercero de los rápeles.




En este tercer rápel estuvimos unos minutos buscando la reunión por todos los lados. Hasta que la encontramos.  Era una chapa bajo el agua que ya estaba como un cromo de plana.



Rapelamos de un boj y disfrutamos del bonito rincón que nos brinda esta cascada.




Tras ello tenemos un tobogán un poco peligroso si nos dejamos arrastrar con fuerza porque nos lleva contra una roca, y pocas emociones más durante un buen rato, al menos 20 minutos de pateo por el río.



Finalmente llegamos al último de los rápeles, pequeño, pero muy bonito, y que en esas condiciones llevaba un buen mangazo de agua. Por el chorro te golpeaba con fuerza pero no es peligroso.




A Natalia, al intentar cruzar hacer un cruce le arrastró los pies y la pegó un buen meneo!!





Aquí hacemos un poco más el tonto, tirandonos en tobogán y demás.







Ya sólo nos queda andar hasta la salida, un largo tramo de una media horita sin demasiado interés deportivo, aunque tiene algún punto bonito.





En conclusión, un barranco con rápeles bonitos pero sobre todo mucho pateo, puede ser unas 2 horas y media si no se para tantísimo como nosotros, y sin duda debe hacerse con agua para que tenga interés.



Puede ser buena opción en caso de que el resto de barrancos esten muy pasados y no nos importe caminar un buen rato. Además tiene multitud de escapes y se puede evitar ir por el agua en todos los rápeles, ya sea rapelando por un lado o evitando la cascada por fuera.