viernes, 9 de julio de 2010

Barranco Cicera

29 Junio de 2010



Justo después de salir del Barranco Navedo, nos quitamos la parte de arriba del neopreno, ponemos unas esterillas en los asientos del coche, y todavía mojados movemos el coche desde el parking del Navedo al del Cicera, a sólo 1 km de distancia.

Desde el parking, junto a la furgoneta azul, la entrada al camino

Al sol, comemos algo para reponer fuerzas y descansar un poco, y después de revisar los croquis y la aproximación nos ponemos en marcha. El camino comienza a unos metros del parking, al otro lado de la carretera, con un cartel que nos muestra la ruta circular que une los pueblos de Navedo, Cicera y el desfiladero de la Hermida.



Al igual que en la aproximación al Navedo, comenzamos a ascender paralelos al río, siempre manteniéndolo a nuestra izquierda. En este caso la aproximación es más larga y dura, pues el camino asciende constantemente, llegando a dejar el cauce bastante mas abajo que la senda. Sin embargo el camino cuenta con unas fantásticas vistas y fresas silvestres como avituallamiento bajo el sofocante calor que nos acompaña.

Aproximación


Ascendemos y ascendemos hasta que llegamos al pueblo en una hora, pero no encontramos el punto de entrada al barranco que viene reseñado en barranquismo.net. En la entrada del pueblo, nos encontramos con un pequeño tronco usado como puente sobre el río, lo cual nos confunde, porque según las reseñas, la salida del barranco es en un tronco-puente. Pero hemos llegado hasta el pueblo de Cicera, así que nos hemos debido de pasar la entrada. Tras varias vueltas y preguntar a algún paisano, entramos en ese punto. Claramente el descenso comienza en el propio pueblo, lo cual no hemos sabido interpretar correctamente con las reseñas, pensábamos que no era necesario llegar hasta Cicera...

Comenzando el barranco

Unos metros más adelante, el cauce se junta con otro algo mayor, lo cual nos indica que ya estamos en el sitio correcto, y rápidamente llegamos a la primera cascada, equipada con parabolt.


 Primera cascada

Seguimos avanzando por un cauce tristemente lleno de basura, hasta llegar poco después al segundo resalte que necesita uso de cuerda. A la derecha hay un árbol que tiene un cordino con pinta de ser bastante nuevo y un mallon para rapelar, y no vemos ninguna reunión. Me resulta muy extraño, cuando veo un montón de basura en la parte izquierda de la cabecera. Comiendo a remover la maraña de porquería y veo que está enganchada a algo. Un par de minutos después aparece la reunión que se encontraba sepultada bajo plásticos, ramas y hojas que se habían enredado en ella. 


Yo en la segunda cascada

Hacemos este segundo rápel, y continuamos bajando tranquilamente, con pequeños resaltes en los que hacer el tonto. El avance se hace bastante entretenido.

Segunda cascada desde abajo

Resbalando

Llegamos hasta un pasamanos a la derecha del cauce, muy bien pensado porque el suelo es realmente resbaladizo. Al final del pasamanos tenemos una reunión.

 Cabecera tras el pasamanos


En este punto se forma un pequeño embudo y el agua se junta precipitándose con fuerza en el tercer rápel, de poca altura pero muy divertido. Aunque se puede evitar atravesar el potente chorro, mientras bajamos nos colocamos en la corriente y el agua pulverizada nos ciega por completo.

 Solas en el rapel

Supongo que con bastante más caudal, el descenso de ese punto será algo complejo, pues la fuerza puede ser enorme, y una vez llegas al agua, te encuentras cubierto por el agua que no deja de caer sobre ti.



Ensacamos y continuamos descendiendo, nos encontramos en un balcón que nos ofrece unas vistas fantásticas de la zona y las paredes del desfiladero de la Hermida, a unos cientos de metros frente a nosotros.

Balcón

Todavía nos espera el punto mas bello del descenso, que es el último rápel. Se trata de una cascada de 21 metros repleta de musgo y vegetación.

 Petra en el de 21

Solas rapelando

Disfrutamos de esta cascada y resbalamos por la parte inferior, que con el musgo se convierte en un fantástico tobogán.

 "Toboganes" bajo el rápel

Después de varias fotos, continuamos río abajo. Nos resta un ratito de caminar, resaltes y destrepes entre bloques, marcado por la basura que se junta en ciertos punto, arrastrada por la corriente. Justo en el punto en el que empezamos a dudar si nos hemos pasado la salida del primer tramo, encontramos a mano izquierda el camino que asciende hasta  el camino de aproximación, juntándose con el a la altura de una lápida que se ve muy bien mientras realizas la aproximación.

 Bloques del final del primer tramo

Nos hubiera gustado continuar la segunda parte del barranco por el cauce, pero teníamos algo de prisa por volver a casa, así que optamos volver por la senda, mucho más rápido.

Creo que si sólo se va a realizar el primer tramo, es mejor realizar la aproximación desde el pueblo de Cicera, salir hasta el punto en el que se encuentra la lápida, y subir de nuevo hasta Cicera, editándonos casi todo el desnivel que tiene el camino de aproximación desde el desfiladero de la Hermida.

 Croquis aproximado de los descensos

De cualquier manera, un barranco muy recomendable para combinar con el Navedo en el mismo día y disfrutar de un entorno fantástico.

Petra, Solas y yo

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