miércoles, 5 de agosto de 2009

Barranco Infernet

Después de calentar motores Romo y yo en el Versoud, pasamos por el camping, donde estaba Ratilla durmiendo, se decide a venir con nosotros y nos dirigimos al Infernet. Sólo con el nombre ya acojona, pero la cosa no se queda ahí. El barranco es brutal.



La aproximación en coche nos llevó algo mas de tiempo de lo esperado pero finalmente encontramos el sitio donde aparcar el coche, y en 15 minutillos estabamos bajando al cauce del rio por una pendiente seria, en plan kamikaces, de arbol a arbol.


















A los pocos metros de entrar, llega el momento más tenso de todo el descenso, el primer rápel.
Todo el cauce del río se concentra en unos 30 centímetros durante un par de metros de longitud, tiempo en el que coge fuerza la corriente y se precipita al vacío, 28 metros de caída en un angosto barranco en el que apenas penetra la luz del sol.





Este rápel es bastante complicado, para acceder a él, debemos hacer un pasamanos que está en condiciones deplorables, así que lo pasamos asegurándonos. Después nos queda rapelar de una reunión con un montón de spits (alguno partido) con mas mala pinta que el demonio, completamente colgados, con oscuridad casi completa a nuestros pies y el enorme estruendo del agua que te hacen recordar el nombre del barranco.



Por si eso no fuera suficiente, antes de llegar al fondo del barranco, es decir, al agua, hay que coger un pasamos para desviarnos de la recepción, que es tan salvaje que dudo que se pueda salir de ella en caso de pasarnos el desvío. La fuerza del agua es realmente abrumadora. Casi te chocas con el pasamanos mientras bajas, pero vas practicamente a oscuras y con una enorme cantidad de agua que te cae encima, de modo que más vale estar bien atento al bajar.



Desde el final del pasamanos se hace otro rápel en zona segura para llegar hasta el cauce.




El plan B, si no nos gustan las emociones tan fuertes, es rapelar desde un bloque empotrado, una vez pasada la cascada, en las paredes superiores del barranco, por lo que no debemos bajar por el cauce los primeros metros.



Una vez pasada la gran cascada uno está a tope de adrenalina y se disfruta muchísimo el barranco, que todo el tiempo es muy estrecho e impone bastante.



Tiene algunos toboganes bonitos, destrepes, y varios pasamanos para evitar las zonas complicadas en caso de un caudal alto.






















A nosotros este barranco nos encantó por el subidón de la entrada, que se mantiene durante todo el descenso, sin duda uno de los mejores barrancos que hicimos en el Vercors.






Nosotros sacamos la info del descenso de aqui: http://secja.blogspot.com/2007/09/infernet.html

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